El Fischer RC4 Superior Pro es un esquí Race por derecho propio. No sigue ninguna premisa preestablecida y su línea de cotas y perfil son únicos respecto al resto de la gama Race de Fischer. Es complicado decir a quién está dirigido exactamente este esquí, ya que el repertorio de la gama cubre todas las posibles necesidades.
La línea de cotas del Fischer RC4 Superior Pro comienza con una espatula generosa de 122 mm., seguida por un patín de 72 mm., y termina con una cola de 104 mm. Con un radio de sólo 15 m. para 170 cm., está claro que este esquí sí es adecuado para los que quieran poder hacer buenas curvas talladas con el canto. A pesar de esta primera impresión, al compararlo con el resto de la gama Race de Fischer parece que su diseño quiere ser el «camino del medio» entre los modelos de tipo GS y SL. La marca ha escogido un perfil ancho, dando al Fischer RC4 Superior Pro un rango de usos más variado sin perder por ello el carácter Race.
La oferta de medidas es más que completa. Todo el mundo encontrará la medida adecuada entre los 155 cm. y los 180 cm. Hay una nueva talla cada 5 cm., seis en total, lo cual es bueno si lo que quieres es vender muchos esquís.
En el departamento de tecnologías, el Fischer RC4 Superior Pro ha sido fabricado con un método de construcción similar al de los modelos tope de gama. Una construcción Sandwich con núcleo de madera, una capa de metal, fibra sintética más una suela de polietileno sinterizado forman el conjunto. ¿Diferencias? Bueno, la distribución de la madera en el núcleo es más simple en la gama Fischer RC4 Superior. El uso de la fibra es menor, para suavizar las reacciones del esquí. Esto se nota también en el grosor de la capa de metal, que cae a 0,5 mm. Este es un factor que define el comportamiento del esquí. Una capa más gruesa no era necesaria, ya que las reacciones del esquí no son tan agresivas y podría hacer que la combinación fuera más rígida y difícil de esquiar.
No nos olvidemos de la Hole Ski Technology. Cuando la idea «menos es más» ataca de nuevo, las cosas pueden ponerse feas. Un agujero es un agujero, aquí y en todas partes. El «vacío» nunca ha sido un argumento de venta atractivo. Y más allá de la voluntad de Fischer de hacer de este asunto del agujero un factor diferenciador para impulsar sus ventas, no parece que se haya producido todavía ningún milagro mecánico en el ámbito de la industria del diseño de esquís. Si no sucedió hace algunas décadas cuando Fischer se empeñó en su “Hole Technology”, mi apuesta es que no va a suceder nada que llame la atención. Otra vez.
Para el sistema de placa-fijación, el Fischer RC4 Superior Pro utiliza la placa Racetrack. Esta es una placa de gama media que deja que el esquí se doble libremente cuando lo presionamos fuerte, y que al mismo tiempo transmite cada una de las órdenes del esquiador a las tablas. Es muy fácil ajustar las medidas, todo el mundo que tenga dos dedos libres podrá hacerlo de forma sencilla. Tan sólo hay que asegurarse de que no ha quedado nieve dentro de los orificios o en los raíles laterales para asegurar un ajuste fácil.